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Ainhoa García Echaniz (MBA 04), Chief Studio & Merchandising Officer de Rabanne: “Encuentro mágico el proceso creativo y de creación de valor”

Ainhoa García Echaniz cuenta con una amplia experiencia en el sector del lujo en España, habiendo trabajado para Jesús Delpozo, Loewe o Marks & Spencer, entre otros.

Ahora, como Chief Studio & Merchandising Officer de Rabanne, en París, Ainhoa García enfrenta los retos del sector de la moda y gestiona su complejidad. 

Ainhoa Garcia-¿Cuáles son los mayores desafíos a los que te enfrentas como Chief Studio & Merchandising Officer de Rabanne? ¿Qué es lo que más te apasiona de este proyecto?

Mi posición se ubica en la división de moda de Rabanne y, dentro de esta, en todas sus categorías: prendas de vestir, accesorios, zapatos, etc. Trabajo en la conceptualización y lanzamiento de las colecciones en las áreas de diseño, desarrollo y producto. Lo que más me gusta es el trabajo con diseñadores y artesanos, aprendo muchísimo de ellos. Encuentro mágico el proceso creativo y de creación de valor.

-¿Qué habilidades y experiencia son esenciales para tener éxito como Chief Studio & Merchandising Officer?

La sensibilidad hacia el producto y la capacidad de establecer un diálogo constructivo con diseñadores y técnicos, así como la transversalidad. En un mercado tan competitivo, resulta forzado trabajar de forma departamental o funcional, dado que se necesita el intercambio de conocimiento entre expertos. Y lo mismo con los proveedores.

-¿Qué tendencias son las que darán forma al futuro de las operaciones comerciales?

Me parece muy importante la comprensión y gestión de los mercados y los hábitos de consumo, además de la capacidad de responder de manera ágil, aunque se trabaje en un producto de alto valor añadido (que requiere cuidado y tiempo).

 

"Hay que hacer una apuesta por políticas de conciliación ambiciosas, ¡otro modelo es posible!"

 

-Tu amplia trayectoria profesional se ha desarrollado en el sector de la moda (Jesús Delpozo, Loewe o Marks & Spencer, entre otros). ¿Cuáles son los retos a los que se enfrenta el sector y cómo has visto cambiar la industria desde tu incorporación en 1997?

Atender a un mercado global significa ser humilde, y el lujo ha tenido que adaptar su posición. Los diseñadores no están solos, sino que trabajan con equipos de diseño y comerciales, acompañando en la definición de la oferta a lo largo del proceso creativo, y este tándem ha devenido crucial. Y luego está la gestión de la complejidad: desde el punto de vista de la oferta, la fragmentación de las campañas comerciales (cápsulas, precolecciones, colaboraciones...) y de la demanda ha multiplicado la exposición a impactos que tienen los clientes. 

-¿Qué consejo darías a las empresas que buscan mejorar su eficiencia operativa?

Creo que más que nunca hay que enfocarse en los equipos, rodearse de profesionales que entiendan la importancia del diseño, la diferenciación y la calidad y su impacto en la cadena de suministro a largo plazo.

-España se sitúa a la cabeza de la UE con la tasa más alta de mujeres directivas (un 40%). ¿Qué aspectos crees que falta trabajar para llegar a unas cifras equilibradas?

Hace casi 10 años que no trabajo en España, pero por motivos familiares conozco bien los países nórdicos. Hay que hacer una apuesta por políticas de conciliación ambiciosas, ¡otro modelo es posible!, y trabajar con las mujeres jóvenes en el desarrollo de los “nuevos valores” como la escucha activa, la inteligencia colectiva, la autenticidad y la inclusión.

-¿Qué aspectos de tu paso por Esade han sido más relevantes para tu carrera?

Aprendí a trabajar con personas muy distintas a mí y desarrollé amistades que conservo después de 20 años. Fue un aprendizaje de vida.