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Dirige tu carrera a través de tu propósito
Merche de Hériz nos comparte los aprendizajes clave de su carrera en el sector empresarial, cómo estos conocimientos la impulsaron a hacer un cambio significativo hacia el tercer sector y los desafíos que enfrentó en este proceso.
- ¿Qué aprendizajes clave obtuviste en tu etapa en empresas como Commodore y Microsoft que te han servido en tu carrera posterior?
Han sido varios los aprendizajes. Mi formación universitaria (UAB) fue la diplomatura como traductora de francés e inglés, y en estas dos empresas, mi motivación profesional era endógena y se basaba en la posibilidad de adquirir habilidades a través del trabajo. A lo largo de mi trayectoria en Commodore, pude formarme en marketing y ventas, y pasar de un puesto de secretaria de dirección, al principio, a la dirección de la delegación para Cataluña, en sus últimos años. Entre las dos empresas, pude completar mi formación con un PDD, y, a lo largo de los 14 años en Microsoft, los diferentes retos en los cambios de posición y las facilidades de formación propuestas a los ejecutivos/as fueron un estímulo para lo que yo llamo la inquietud profesional.
- ¿Qué te impulsó a dar un giro tan significativo en tu carrera profesional y pasar del mundo corporativo a la consultoría en entidades sociales?
Un cambio brusco y catalizador fue que me tocó salir de Microsoft en la reorganización de 2009. Microsoft reorganiza y readapta sus recursos (humanos, económicos, estratégicos) con valentía, buscando la excelencia en la gestión, y fui invitada a cambiar de posición o a salir de la compañía. En los últimos años en Microsoft —de vuelta en Barcelona— había podido colaborar con el responsable de RSC en Madrid, materializando en Barcelona las iniciativas que la compañía emprendía, desplegando aulas de formación informática básica en colectivos de exclusión social, a la vez que estimulaba la involucración de los empleados/as como voluntarios/as en esas iniciativas.
Al no encontrar en Microsoft el puesto que ansiaba entonces (relacionado con RSC y a nivel internacional), decidí salir e iniciar mi trayectoria en el mundo de la cooperación, con la idea de que quizás los aprendizajes empresariales del mundo de los servicios pudieran ser trasladados al tercer sector. Consciente de mis carencias, me propuse formarme y, después de un postgrado ADI (Agentes de Desarrollo Internacional, Fundación UPC – Setem) y la dirección de una pequeña ONG (Amics del Nepal), pude entrar en el curso DGONG 11 de Esade.
Ya como alumni, al cabo de unos años, me interesó mucho la iniciativa de Consultoría Social de Esade Alumni y pude involucrarme durante dos años consecutivos.
- ¿Cuáles fueron los mayores desafíos que enfrentaste al cambiar de sector? ¿Cómo superaste estas dificultades?
En ese momento, la crisis post-2008 había dejado en la calle a un montón de personas muy válidas, muy formadas y expertas (de agencias de desarrollo, de entidades sociales, de instituciones), dejando poco espacio para una persona de 55 años, desconocida e inexperta, a no ser que accediera por una puerta lateral y de forma voluntaria.
Mi situación económica (mis ahorros, la indemnización, los años de paro…) me permitía hacerlo de esta forma y seguía alta esa motivación de crecer aprendiendo.
- ¿En qué tipo de proyectos te encuentras involucrada y cuáles son tus principales responsabilidades?
Desde hace cinco años, colaboro como voluntaria en el departamento de comunicación y sensibilización de la entidad Arrels Fundació, de la que era socia y a la que conocía muy bien desde hacía mucho tiempo. Me especializo en el contacto con empresas, la divulgación entre sus empleados (y la ciudadanía) de las causas, la realidad y las necesidades de las personas que duermen en la calle; ayudo a las empresas a materializar sus deseos de voluntariado corporativo y a identificar sus posibilidades como donantes.
- ¿Cómo evalúas el impacto social de tu trabajo y cuáles son tus metas a largo plazo?
Entiendo que estemos detrás de formas de evaluar el impacto social. ¡Cómo no lo voy a entender, si en consultoría siempre vamos detrás de los marcadores! Es necesario medir porque nos vemos obligados a competir por recursos en temas que no tienen la medición clásica de ingresos, crecimientos tradicionales, etc. Mi impacto social “medible” sería el incremento de personas que miran, ven e interactúan con las personas que viven en la calle de una forma diferente, considerándolas personas con todos sus atributos.
Mi meta a largo plazo es continuar aprendiendo de todas las personas sin hogar. Cada vez que nos vemos, nos reunimos, presentamos Arrels, aprendo. Es vanidoso pensar que yo, que nosotros/as vayamos a cambiar el mundo. Pero con la ayuda y escucha de los otros/as, quizás consigamos que el mundo sea un poco más transitable.
Foto de Jaume Lemus de Arrels Fundació
-¿Qué significa para ti formar parte de la comunidad Esade Alumni?
Yo me siento parte de la comunidad de Esade Alumni, no solo formo parte. Su contenido, su aportación, sus valores, su coherencia docente y, definitivamente, su iniciativa de Alumni Social… hacen que yo sienta un gran orgullo de formar parte de esta comunidad. Esade Alumni Social, con Isabel Rallo a la cabeza, sabe que pueden contar conmigo, aunque mi tiempo ahora sea más limitado.
-¿Cómo ha sido tu experiencia como consultora de Alumni Social? ¿Cómo valoras la participación en otras actividades de Esade Alumni relacionadas con el tercer sector?
Yo llevaba algunos años trabajando en solitario la consultoría para la pequeña empresa. La consultoría de Alumni Social me dio la oportunidad de volver a trabajar en equipo, de escuchar las necesidades de entidades sociales. El reto de dar respuesta a esas necesidades en el transcurso de un curso escolar impide la dispersión tan frecuente cuando quieres colaborar en la gestión de una entidad, y el equipo de consultores facilita que las tareas se puedan distribuir según la experiencia de cada uno/a y que el resultado pueda materializarse.
Son pocas las sesiones que yo me haya perdido en todos estos años: los cinefórums enriquecedores, las mesas redondas organizadas por el Instituto de Innovación Social y Ignasi Carreras, las charlas y ponencias de personas destacadas del tercer sector… me han acompañado en mi formación continua.
-¿Qué te motivó a involucrarte en el Programa Together en Bolivia y qué impacto ha tenido en ti?
Esto da para toda una entrevista. La coherencia de la trayectoria social y solidaria de Esade es remarcable. Por un lado, los alumni de Esade que han adquirido experiencia en consultoría solidaria pueden escuchar, atender, acompañar y continuar aprendiendo en proyectos en países empobrecidos. Su intervención inicial es aún más corta. En nuestro caso, Josep Solans y yo estuvimos en Bolivia solo 10 días y abordamos 2 proyectos diferentes. Ese año (2016), las entidades fueron propuestas por Oxfam Intermón (entidad de la que yo era socia desde hacía décadas) y me permitió conocer y aprender de personas aquí y allí que han sido muy importantes en mi trayectoria personal.
Luego, el desarrollo del proyecto, el abordaje de las necesidades de esas entidades, constituye una parte de la formación de los alumnos de Esade que han decidido optar por Esade SUD (Servicio Universitario al Desarrollo) y pretenden colaborar para favorecer el desarrollo justo de las personas y el entorno, velando por una casa común. ¿Sabíais que hay estudiantes que se quieren matricular en Esade porque saben que existe esta opción de innovación pedagógica? ¡Me entusiasma!