Programa de continuidad | Castellano
Evento pasado
CRÓNICA
El pasado 5 de abril, ESADE Alumni organizó una nueva sesión del Programa de Continuidad, titulada ''Cuatro conversaciones efectivas con tu equipo para poder dormir tranquilo'', a cargo de Carlos Royo, profesor asociado del Departamento de Dirección de Personas y Organización de ESADE.
El profesor se centró en la figura del líder y en las aptitudes que ha de desarrollar para ejercer correctamente sus funciones. Entre estas competencias, destacan una buena gestión comunicativa y establecer un diálogo efectivo con el equipo. Para ello, Carlos Royo ha establecido un modelo de cuatro tipos de conversación para cuatro escenarios y objetivos distintos.
Esta especificación otorga una gran importancia a una comunicación potente para incrementar la efectividad de los equipos y permitir al líder ahondar en su autoconocimiento personal para ejercer un liderazgo práctico. Es en la conversación –en la conversación efectiva– donde cada directivo podrá adaptarse a los diferentes entornos y situaciones específicas del personal.
Según las características de cada empleado, deben aplicarse uno de estos cuatro tipos de diálogo: conversación de coaching, de indagación, de objetivos y de sanción. ''En los dos primeros tipos, el líder deja hablar mucho al empleado, mientras que en los dos restantes es él quien dirige la conversación'', apuntó el profesor.
La conversación de coaching se produce cuando el empleado tiene una buena actitud y un rendimiento adecuado. En este sentido, el objetivo es conectar emocionalmente con el trabajador y profundizar en sus intereses. La escalera de inferencias interviene en este tipo de conversación. La conversación de indagación busca conocer los puntos de vista del otro y fomentar su participación e inclusión, y está destinada a personas con las competencias adecuadas pero que necesitan ser escuchadas.
En cambio, las conversaciones de objetivos se dirigen a aquellos miembros del equipo con una buena actitud pero cuyo rendimiento es mejorable. Finalmente, la de sanción o de censura es la última alternativa a que debe recurrir el líder que necesita imponer su autoridad y se basa en la asunción de responsabilidad por un hecho sancionable que ha cometido el empleado.
Utilizando un tono distendido y dinámico, Carlos Royo presentó la escalera de inferencias, un sistema basado en distintos grados que evolucionan desde una posición objetiva hasta una mayor generalización y ''emocionalización'' interpretativa. Se estipulan cinco grados de inferencia: la realidad objetiva, la interpretación de los datos, los juicios y las creencias, la generalización y la acción.
El primer grado o escalón, la objetividad, se refiere a los datos y a los hechos; en este nivel, la subjetividad es prácticamente inexistente. En cambio, el siguiente nivel, la interpretación de datos, es un proceso mental en que se activa el razonamiento y se incorporan elementos interpretativos y, por tanto, subjetivos. A continuación, el escalón de juicios y creencias realiza una interpretación a través de la vía emocional; en este apartado, se incluyen las microexpresiones o el lenguaje no verbal, que aporta una gran cantidad de información de este tipo. La generalización conforma el cuarto escalón y hace referencia a la búsqueda constante de elementos que ratifiquen la propia opinión y la supresión de los demás para establecer una premisa generalizada. Por último, la acción consiste en la toma de decisiones para modificar, eliminar o desarrollar las creencias que hemos establecido a lo largo de la escalera.
Royo aseguró que ''es esencial conocer en qué punto de la escalera están las personas con las cuales vamos a conversar para saber cómo abordar nuestra comunicación''. Se trata, pues, de aplicar cuatro tipos de preguntas para ''mover al empleado del escalón en que se halla, haciéndole preguntas específicas, de modo que si una persona se mueve por la vía emocional, el líder deberá aferrarse a la objetividad y a los datos''. Las preguntas que el líder debe dominar y ajustar a las necesidades del momento son las siguientes: preguntas objetivas, preguntas emocionales, preguntas interpretativas y preguntas decisionales.
El avance a lo largo de la escalera no tiene por qué ser gradual. De hecho, el profesor aseguró que, ''en ocasiones, se pasa de un escalón a otro de forma totalmente drástica'' y que, en la mayoría de los casos, la conversación gira en torno a escalones en que la subjetividad desempeña un papel principal. Aun así, no es positivo que un empleado se centre primordialmente en la vertiente objetiva, por lo cual el líder también debe potenciar su avance por los escalones.
Los socios pueden venir acompañados de un invitado.
¡Te esperamos!
Para más información:
esadealumni@esade.edu
