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Dirige tu carrera a través de tu propósito
Tras una extensa trayectoria profesional en grandes corporaciones, Rafael González Ortiz decidió emprender, una experiencia de la que ha aprendido mucho. Ahora, quiere seguir involucrándose en nuevos proyectos empresariales e iniciativas sociales sin descuidar sus responsabilidades al frente de DISITBiotech.
-Eres fundador y presidente de DISITBiotech, ¿cómo se crea la empresa en 2019 y cuál es su cometido?
DISITBiotech es una empresa de I+D de biotecnología que tiene como compromiso impactar en la calidad de vida de los pacientes presentes y futuros de las indicaciones en las que investiga, principalmente oncológicas.
DISITBiotech surge del esfuerzo conjunto con mi amigo, socio fundador y CSO de la compañía, Javier Dotor de las Herrerías, doctor en Biología Molecular por la Universidad de Navarra y referente internacional en el compuesto y en la diana terapéutica en los que investiga DISITBiotech. Tenemos conocimientos, formación y experiencia muy dispares, un especialista y un generalista, cuya combinación y complementariedad genera sinergias.
-¿En qué consiste el proyecto Nudo Rosa que presentasteis el pasado octubre?
El proyecto Nudo Rosa es una iniciativa social que tiene como objetivo principal deshacer el nudo que ata a una mujer con el cáncer de mama. Una de cada siete mujeres de la UE desarrollará un cáncer de mama a lo largo de su vida, ese dato es estremecedor.
María Bayón, coideóloga del proyecto, periodista con una exitosa carrera en televisión y enferma de cáncer de mama, me compartió una idea. Trabajamos sobre ella y le dimos forma. Era evidente que encajaba perfectamente con el compromiso de DISITBiotech con los pacientes y DISITBiotech respaldó el proyecto.
El proyecto Nudo Rosa aspira a crecer y convertirse en un documental que, entre otras cosas, ayude a concienciar a las mujeres de la necesidad de las revisiones periódicas, proporcione información veraz y contrastada sobre la enfermedad y ponga en contacto a la comunidad científica con el resto de la sociedad.
-Son proyectos enfocados a la sociedad, ¿cuál es tu propósito?
Soy una persona privilegiada y consciente de serlo. Tuve la fortuna de nacer en España, en una familia de padres con formación superior, con una situación económica desahogada, que les permitía invertir en la educación de sus hijos.
Yo considero que ese privilegio social lleva implícito una responsabilidad con la sociedad, que en mi caso se materializa en la determinación de dedicar los mejores años de mi vida profesional a diseñar, promover y respaldar proyectos empresariales y sociales, asumiendo riesgos e invirtiendo el capital, tiempo y esfuerzo necesarios para maximizar sus probabilidades de éxito.
-¿Cómo pueden las organizaciones generar un mayor impacto positivo en la sociedad y el planeta?
Las empresas deben, en primer lugar, ser rentables; sin rentabilidad no hay inversión, se pierde competitividad, no hay crecimiento ni generación de empleo y se reduce la recaudación de impuestos. Ese impacto es el más inmediato y sencillo de medir, y el más obvio y evidente.
Simultáneamente, yo considero que una organización, independientemente de su tamaño, debe inspirarse conceptualmente en la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE y desde esa base irrenunciable construir una cultura propia, con una política de RSC definida, que genere valor a todos los niveles.
-¿Cómo te ha ayudado tu experiencia anterior como emprendedor para llegar hasta aquí?
Yo aterricé en el mundo empresarial hace casi una década con un proyecto que me llevó a Silicon Valley, un proyecto que tiene como objetivo impactar en la salud de los consumidores y reducir el desperdicio alimentario. Llevo diez años fracasando con el proyecto, pero no he tirado la toalla. Galistair, un proyecto empresarial nacido en 2016 del que soy socio fundador, me hizo crecer como profesional, disfruté de grandes éxitos y sufrí el descalabro del covid. Los años covid aumentaron significativamente mi resiliencia y redujeron drásticamente mi vanidad.
“Yo considero que una organización, independientemente de su tamaño, debe inspirarse conceptualmente en la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE”
-¿Cuál ha sido el mayor desafío al que te has enfrentado como emprendedor y qué le dirías a alguien que está pensando emprender?
He afrontado muchos retos a lo largo de mi carrera profesional, pero sin duda la crisis del covid fue para Galistair, una aerolínea comercial con un Airbus 321 y dos Airbus 320 de flota de la que era socio fundador, CFO y miembro del comité de dirección, un desafío mayúsculo. Cada día había que tomar decisiones estratégicas en base a estimaciones de riesgo siempre con niveles altos de incertidumbre, con información incompleta o asimétrica, y en un mercado sin demanda.
Si piensas en emprender, bienvenido, eres un valiente y eres muy necesario. Mis consejos son:
-Si eres joven, incorpora perfiles sénior al equipo. Si no lo eres, también.
-Estudia el mercado. Segmenta. Innova, idealmente de forma disruptiva. Siempre se debe innovar, incluso en mercados maduros como la biotecnología o la aviación hay margen para la innovación.
-Conoce a tus clientes potenciales, a tus competidores, proveedores y demás stakeholders en profundidad.
-Añade capas de valor a tu propuesta de valor, todas las que puedas.
-Busca socios potenciales en mercados vecinos o complementarios.
-No todo mercado es digital, ni escalable ni global.
-Un emprendedor necesita vender primero su proyecto a inversores, socios estratégicos, equipo o proveedores, y, por supuesto, también debe vender luego su producto o su servicio a clientes. Todos estos procesos de venta requieren una alta tolerancia a la frustración, perseverancia y resiliencia.
-Una vez tengas definida tu propuesta de valor y tu PdN, si el mercado y el producto lo permite, aplica estrategia de lean marketing. El mercado es el único juez válido y acostumbra a pulverizar hipótesis, estrategias y propuestas de valor sin mucho esfuerzo. Adáptate al mercado y descarta tus hipótesis si el mercado no las comparte.
-Y lo más importante, de lejos: equilibra el binomio riesgo-rentabilidad. ¡Gracias, Carlos Torrecilla!
“He afrontado muchos retos a lo largo de mi carrera profesional, pero sin duda la crisis del covid fue para Galistair, empresa de la que era socio fundador, CFO y miembro del comité de dirección, un desafío mayúsculo”
-Anteriormente trabajaste en diferentes corporaciones desarrollando diversos cargos de management. ¿Cómo valoras esta experiencia?
He disfrutado de más de una década liderando el departamento de exportación de una empresa española en más de 60 países, con un portfolio de productos muy extenso y con alta complejidad tecnológica.
Más recientemente, dediqué varios años al desarrollo de negocio de una empresa fabricante de maquinaria pesada oleohidráulica de alto valor añadido para la industria minera, colaborando con las grandes ingenierías de la industria, estableciendo alianzas y acuerdos corporativos, y además visitando yacimientos en Europa, África y Australasia y realizando venta directa en los parajes más remotos, desde el círculo polar ártico a las junglas de Laos o la sabana africana.
Considero el conjunto de esas experiencias profesionales y vitales como mi activo más valioso y diferencial. He trabajado durante muchos años con seres humanos muy dispares en los lugares más habituales y en los más exóticos, y he aprendido de cada uno de ellos, de su cultura, y me he enriquecido personal y profesionalmente.
Sin esas experiencias y la formación continua al apostar por Esade bien cumplidos los cuarenta, nunca habría podido participar en ningún proyecto empresarial.
-¿Cómo te gustaría evolucionar en tu trayectoria profesional?
Quiero seguir involucrándome en nuevos proyectos empresariales o iniciativas sociales sin descuidar mis responsabilidades al frente de DISITBiotech. No dejo de explorar nuevos proyectos, para invertir en ellos, ofrecer consultoría o liderarlos.
-Qué te ha aportado estudiar en Esade y formar parte de la comunidad de Esade Alumni?
Esade me ha facilitado acceder a una gran red de contactos. Además de todos los compañeros de clase, que es un claro ejemplo de aportación de valor mutuo, el resto de red disponible es una garantía para disponer de los contactos que necesitas para avanzar en tu propósito profesional.